En un mundo en donde los estímulos vienen de todas partes, poder sentarte a leer un libro puede llegar a ser un escape para expandir nuestra mente día a día. La sensación de desconexión y libertad no tiene comparación. No es necesario forzarnos ni forzar a los chicos y las chicas a leer un libro por obligación, porque géneros literarios existen para el gusto de todos. La idea es encontrar el que se ajuste a cada uno y listo, ¡a arrancar!
¿Aún sin convencerte? Entonces, te compartimos tres puntos sobre la importancia de leer para la vida:
Estimula la paciencia y la concentración.
¿Cuánto tiempo pasamos sin mirar el teléfono? Aún cuando estamos relajados, nuestra tendencia es estar viendo qué pasa fuera a través de nuestros celulares, afectando nuestra concentración. Leer un libro ayuda a mantenernos enfocados en una sola tarea, navegando entre personajes e historias tan interesantes como las que ves o ven tus hijos en Instagram.
Leer despierta la curiosidad y alimenta la imaginación.
Leyendo conocemos lugares, descubrimos cosas y vivimos momentos diferentes. Esto activa la imaginación y potencia la inspiración, ayudando en la vida profesional de los padres y madres y en la vida académica de los hijos. La lectura es el ejercicio para mantener a nuestro cerebro animado.
La lectura fomenta la empatía y la salud.
Leer nos fuerza a ponernos en la piel de los otros. Desde que leemos para los hijos bebés libros relacionados con las emociones, les enseñamos a validar cómo se sienten y les enseñamos que los otros se pueden sentir de diferentes formas también. Lo mismo pasa con los libros de aventura que leen los adolescentes. Darnos y darles un momento para leer además disminuirá el estrés que trae el día a día y permitirá mantener a sus cerebros activos, aprendiendo siempre cosas nuevas.